sábado, 30 de octubre de 2010

Datos de Interés para el Cicloviajero

Esta es mi bitácora de viaje desde Venezuela hasta Perú, espero que sea de provecho para otros viajeros.

https://sites.google.com/site/bicialsur/datosviaje

Libro1

domingo, 24 de octubre de 2010

Mágico Altiplano

DSC_0296 A las ocho de la mañana fue la hora de encuentro con mis nuevos compañeros, una pareja de españoles madrileños, mis antiguos compañeros Marc e Indira ya se habían ido pero siguiendo la misma dirección. Empieza una nueva aventura, ya termino los caminos de tierra y el tan añorado asfalto, esta bajo nuestra rueda, la ruta comienza con un buen descenso, las conversaciones son pocas, apenas DSC_0007empezamos a conocernos. Ya en una parte del descenso tuve que romper el hielo, tenía una emergencia número 5 (baño urgente), por lo que les pedí que me vieran la bici mientras yo me lanzaba corriendo por un barranco buscando el lugar para dar del cuerpo. Después de unos 55 km termina el descenso y empieza el ascenso pero DSC_0011con una pendiente bastante suave, tenia 12 días en Cusco sin montar en la bici, las piernas empiezan a sentir la pesadez de la bici junto con la subida pero los ánimos están cada vez más grandes, ya estaba ansioso por llegar al Titicaca unos de mis objetivos específicos del viaje. Luego de rodar unos 80 km decidimos descansar mis compañeros Álvaro y Alicia; y yo ya estábamos un poco cansados. Nos paramos en un DSC_0067pueblo llamado Cusipata donde fuimos al colegio a buscar hospedaje pero nadie nos supo dar razón del director, según estaba de viaje, y llegaba a las 5 pm, así que decidimos esperar un rato, luego de media hora decidimos ir al siguiente pueblo ya que aun era de día y luego de unos 5 km llegamos al peaje Saylla, donde nos facilitaron un lugar donde poner las carpas y pasar la noche. Para cenar me comí un arroz con pollo en lata que me había traído Eloy de Venezuela, y que mejor para dormir que después de una buena comida venezolana (aunque sea enlatada).

En la mañana siguiente después de un medio buen desayuno seguimos subiendo pero igual que antes con una pendiente bastante suave, tan suave que no se notaba DSC_0043visualmente pero después de unos cuantos kilómetros las piernas ya perdían fuerzas, el camino realmente espectacular desde que salimos de Cusco no habíamos bajado de los 3000 m.s.n.m. La vegetación de alta montaña predominaba, el frio era algo doloroso y el sol se hacía sentir en la piel. Ya hablábamos un poco mas y contando cada quien sus historias del viaje. Álvaro y Alicia están recorriendo parte del globo terráqueo, ellos venian de recorrer AlaskDSC_0047a y Canadá, luego volaron a Lima para llegar hasta Santiago de Chile y de allí volar hasta la India para hacer parte de Europa hasta volver a España. Después de unos 80 km el frio es cada vez mayor, ya nos acercamos a los 4000 metros de altura, llegamos a un pueblo llamado Llallahui donde pensábamos comprar algo de comer para pasar la noche, pero alguien del pueblo nos comentó que en Aguas Calientes, donde pensábamos quedarnos, se encontraba varias tiendas donde podíamos abastecernos,DSC_0055 y como siempre fue mentira, Aguas Calientes era un simple balneario de aguas termales. A lo que fuimos a preguntar si nos podíamos quedar a dormir allí, y por lo que tuvimos que pagar unos 1,5 soles (1 dólar = 2.8 soles), y para mi sorpresa cuando estoy entrando veo a par de chicos saludándome desde lejos y cuando logro afinar la vista me doy cuenta que son Marc e Indira, y bueno ya no éramos 3 cicloviajeros sino cinco. Logramos acomodarnos en una de las pozas de aguas termales y a hablar de todas las anécdotas que habíamos pasado. Para dormir nos acomodamos en un cuarto donde pudimos resguardarnos del frio, nos encontrábamos a unos 3950 metros de altura.

Muy temprano de la mañana ya nos estaban botando del lugar que DSC_0058 estaba por abrir, así que muy rápidamente nos acomodamos, desayunamos algo rápido y salimos a pedalear, en esta ocasión éramos 5 almas libres en la ruta con diferentes objetivos pero un mismo medio, la bicicleta, en busca de un yo no sé qué. Por primera vez pedaleo con tanto frio, seguíamos subiendo un poco más inclinado pero no mucho luego de unas pocas horas estábamos en el Abra La Raya el DSC_0072 punto más alto de este tramo a unos 4375 metros sobre el nivel del mar. De este punto empieza el altiplano peruano, un lugar realmente mágico la sensación es inexplicable, es un valle hermoso, donde la simpleza abunda. Cinco ciclistas a más de 3500 metros bajando hacia el sur con ganas de conocer, de aprender y enseñar. Luego de un poco mas de 100 km llegamos a Pucará donde nos dejaron dormir en la municipalidad con la condición de que muy temprano saliéramos de ahí. Nos preparamos una pasta con salsa y luego a dormir después de tan larga y agradable cicleada.

Después de arreglar todo y comer unos huevos fritos con pan salimos rumbo a Puno, igual de fría laDSC_0074 (2) mañana pero esta vez con más abrigo. El paisaje cada vez más impresionante, muchas yamas y alpacas, todo plano y frio muchas montañas a nuestro alrededor. Luego de varias horas de pedaleada empieza a nevar, waoo, esto es algo realmente nuevo para mí, otra sensación imposible de explicar con palabras, fue algo soñado hecho realidad. Los hombres adelante, como DSC_0074 siempre demostrando el poder sobre el pedal y las mujeres atrás mas hablando que pedaleando (jejeje es broma), así logramos llegar a Juliaca una cuidad del altiplano que rompe toda la armonía con la naturaleza que veníamos viendo. Una ciudad comercial llena de basura por todos lados y con mucho movimiento, mucho carros, moto taxi y bici taxi. Aquí nos detuvimos a comer y hablar un rato siempre pendiente de las bicicletas, ya nos habían avisado que no era muy segura esta zona. Luego de unos kilómetros ocurre lo que nunca deseamos una llanta pichada y lo peor de todo que fue la mía. DSC_0084 Marc como siempre regañándome por las malas condiciones tanto de mis cauchos como de mis tubos (tripas, cámaras). Me prestaron un caucho nuevo que tenia de recambio y botaron el que estaba usando, y de verdad me dio mucha nostalgia por mi caucho y esta era la segunda vez que él (Marc) me hacia botar mis cauchos que con tanto esfuerzo traía desde Venezuela. Luego de aproximadamente 100 kilómetros logramos ver con lo que tanto espere, El Titicaca y más de lo que esperaba, a pesar del granizo, viento DSC_0097frontal y de lado me sentía con mucha fuerza, era un espectáculo poder ver este lago, uno de los más famoso y altos del mundo. Por fin llegamos a Puno una ciudad más tranquila y mas organizada y a orillas de Lago Titicaca. Ya un poco tarde nos dirigimos a los bomberos y no tuvimos suerte esta vez, pero si en el Instituto de deporte de Puno donde nos dejaron pasar la noche algo fría.

Decidimos descansar un día y salir el siguiente, no tan DSC_0160temprano por la mañana salimos a ver el Lago y recorrer un poco la cuidad. Mucho turismo para ir a las islas del Titicaca, entre una de ellas Isla Los Uros, las cuales son unas islas flotantes hechas de totora, una especie de paja que se da por estos lados. La historias de estas islas la encontraras aquí http://es.wikipedia.org/wiki/Uru_%28etnia%29. DSC_0158 Para pasar la siguiente noche llame a un couch (pagina web de intercambio de alojamiento) que ya había contactado, pero solo le había dicho de mi persona, así que lo llame y le conté la historia que estaba con cuatro personas más y que si había espacio para todos y afortunadamente nos abrió la puerta de su casa. DSC_0169 Lizandro nos recibió muy amablemente y nos contó un poco de la historia de su cultura, y de cómo fue manipulada. El plan para el día siguiente era el de ir a la Isla de los Uros y al regresar seguir con la rodada.

DSC_0218 Después de descansar y salir a desayunar algo nos embarcamos en una lancha para ir a la isla por unos 13 soles y fue muy impresionante ver cómo viven y/o como vivió esta gente, ya que las islas son mas turísticas en la actualidad de lo que fueron en el tiempo de los Inca. ADSC_0233penas uno se baja en algunas de las islas los nativos sacan toda la artesanía y se ponen a trabajar y algunos te piden algo para que le tomes fotos. Luego de una gran sesión de fotos sin tener que pagar nos llevaron a otra isla en unDSC_0301 barco de la zona también hecho de totora. Esta isla era la capital, mucho más grande con restaurantes y una especie de hoteles, hasta escuelas tienen en estas islas. Luego de una gran aventura en Uros regresamos a Puno ya pasado el medio día, por lo que ninguno de nosotros tenía ganas de pedalear así que nos quedamos una noche más.

DSC_0089 Ya listos seguimos nuestro camino, con frio y un poco de tráfico. La ruta seguía al lado del lago, lo que me hacia pedalear viendo hacia un lado disfrutando de la hermosa vista y pensando un montón, cada metro el viaje cobraba un poco mas de sentido y bastante agradecido DSC_0098 conmigo mismo por haberlo emprendido, esos días fueron de gran emoción y mucho aprendizaje. Después de un poco de granizo y rodar unos 70 km llegamos a Juli, donde nos quedamos en la casa parroquial en un ambiente donde se imparten algún tipo de charlas. Pero para podernos quedar acá tuvimos que esperar que el párroco llegara y mientras eso nos colamos en un matrimonio, y bueno que cantidad de cerveza había, y por lo tanto todo el mundo estaba borracho, la verdad esto me decepciono un poco. DSC_0422Al llegar el párroco y diera su aprobación Marc, Álvaro y yo nos quedamos hablando como hasta media noche, convenciéndome de que dejara un montón de cosas que no necesito jejeje. En fin nos acostamos para al día siguiente llegar a Bolivia y terminar con otro país más.

DSC_0114Después de filtrar un poco de agua y acomodar todas mis cosas salimos con rumbo Copacabana, el camino muy fácil y con poco por recorrer por lo que no me esforcé mucho por ir rápido, así que me relaje y fui disfrutando mucho del paisaje y realmente que lo disfrute. La ruta fue siempre al borde del Titicaca, lo que hizo que fuera un día mágico, nos parábamos en ocasiones a disfrutar el paisaje por horas y hablar de cualquier cosa, estaba muy feliz de estarDSC_0119 cicleando por estos lugares. Luego de rodar unos 53 km llegamos a Yunguyo, ultimo pueblo que visitaríamos en esta ocasión de Perú. Sellamos pasaportes, con 30 días de permiso para estar en el país y opción a tener 30 más de manera gratuita en cualquiera oficina de migración. Y listo ya estábamos en Bolivia, todos contentos de haber cumplido con otro objetivo y emocionados por llegar a Copacabana de cual tanto nos habían hablado. Once kilómetros DSC_0136 más y ya habíamos llegado, buscamos hospedaje ya que lo merecíamos, para descansar y disfrutar de nuestro nuevo país, en Copacabana pasamos dos noches paseando y comiendo. En un café nos encontramos a otro cicloviajero el cual se uniría al grupo por lo que seremos ahora 6 viajando.

DSC_0166 La mañana siguiente muy temprano arreglando todo me entere que Marc e Indira se quedarían un día más, así que me fui con Álvaro y Alicia al mercado a desayunar y comenzar a pedalear con rumbo a La Paz pero sabíamos que no llegaríamos ese día. Llegamos a Tiquina donde esperaríamos que saliera una balsa para que nos cruzara hacia el otro lado del lago, luego de aproximadamente una hora llegó un carro y justamente apareció Dylan el chico Norte Americano que nos encontramos en Copacabana y que duro este chico, su bicicleta solo tiene una relación de engranaje y con muy poco equipaje, DSC_0221todo lo contrario a como yo viajo y por unos 5 bolivianos por persona logramos pasar (1 dólar = 7 bolivianos). Ya del otro lado del Titicaca seguimos la rueda hasta que llegamos a una población llamada Huarina, que pueblo tan tranquilo, no se escuchaba ningún tipo de bulla ni carro, un lugar perfecto para mí. Nos acercamos DSC_0355a la Alcaldía a pedir ayuda y aunque buscaron las maneras no tuvimos suerte, fuimos a la escuela la cual estaba abierta pero nadie a quien preguntarle y por ultimo fuimos a la casa parroquial que sin ningún problema nos abrieron las puertas y hasta cama nos dieron.

DSC_0377 Ya sabía que este día llegaría a La Paz por lo que ya estaba un poco estresado, es una capital y siempre es algo difícil entrar en bici. Mucho más temprano que los días anteriores salimos y como nunca a unos 20 km de haber rodado me tuve que parar a calentar mis manos, a pesar de que tenia guantes largos las manos se me congelaban DSC_0388 hasta tal punto que era un dolor que no soportaba, luego de un rato logre abrir el bolso y saque unos guantes adicionales que tengo para frio (no de bicicleta) y así pude seguir la ruta. Luego nos paramos a comer y hablar un rato en un pueblo muy cerca del Alto, ya se notaba la cercanía a la ciudad, mucho tráfico, la gente un poco mas apurada de lo normal y mi nivel de estrés cada vez aumentaba. Luego de rodar un poco masDSC_0396 llegamos al Alto, muchos colectivos que se atravesaban, pitaban, y literalmente rodando entre ellos logramos llegar a la autopista que nos llevaría hasta La Paz y lo bueno que todo el camino seria en bajada hasta unos 3600 metros de altura. Luego de rodar unos 70 km nos encontrábamos en la capital de Bolivia sanos y salvo.

DSC_0413 Mi próximo destino es el Salar de Uyuni (Salar de Tunupa) y las Lagunas al sur oeste de Bolivia, una ruta muy dura por el hecho de ser una carretera poco pedaleable, a mucha altura y con muy pocos pueblos donde abastecerse de agua y comida, por lo que me obligará a cargar con comida y agua para varios días lo que aumentará el peso de mi bici considerablemente, pero no estoy asustado todo lo DSC_0454 contrario emocionado por ver las hermosuras de la naturaleza. Hasta pronto amigo y gracias por seguirme a través de mi blog. A mi gente en Cumaná no dejen que se efectué la corrida de toros, mantengan su posición ya es hora de parar de lastimar a los que menos nos hacen daño.

jueves, 7 de octubre de 2010

Caminos del Inca

Ya listo para seguir mi camino a Cusco me di cuenta que no podía o no quería salir de Lima en bicicleta por lo que tomé un bus para Huancayo, el bus salió a las 10 pm y llego a las 5 am desde donde empecé a pedalear de nuevo con una sola meta, la de llegar a Machu Picchu la cual es una de las tantas trazadas para este viaje. A eso de las 5 y media de la mañana arme toda mi bici junto con mi equipaje y me dedique a pedalear, pues afortunadamente ya me encontraba a unos 3300 metros sobre el nivel del mar, pero de igual forma me toco subir ese día y realmente no sabía hacia donde me dirigía, es decir, sabía que iba hacia Cusco pero no tenía idea de donde pasaría la noche. A los 20 minutos de andar encontré un lugar donde comer y pedí lo que ellos llaman menú, y con eso se refieren a que ya tienen un menú preparado y nada más. Le pregunte a la señora que me atendió cual era la ruta hacia Ayacucho a lo que me respondió que me había paso el cruce pero que podía seguir y tomar otra carretera que conectaba con la que se dirigía hacia Machu Picchu. Lo mejor de todo fue que al encontrar dicha carretera me di cuenta que no iba a ser tan fácil ya que era de tierra y muy accidentada y según lo que me indicaba el GPS que era de aproximadamente 10 kilómetros. Ya una vez en la vía correcta empezaron las cuestas pero no como en ecuador ni en Colombia esta eran más aceptables, su inclinación no era tan pronunciada, era un buen asfalto pero algo me parecía raro y es que ya no estaba pedaleando con Fufo, el silencio era tal que se podía oír, y pues me di cuenta que estaba solo de nuevo. Después de un buen rato sobre la bici, me pare un rato a descansar y meditar sobre mi viaje, no sabia y no entendía porque estaba viajando lo cual no pudesolucionar en el momento así que tomé mi bici y seguí pedaleando sin rumbo definido.
Mi desanimo fue tal que decidí parar en lugar a pasar la noche y descansar ya que en el bus no puede dormir del todo. A eso de las tres de la tarde ya tenía mi campamento armado y ya estaba despertando de una pequeña siesta y justamente cuando abro la puerta de mi casa me doy cuenta que vienen subiendo una pareja de cicloviajeros, Marc (español) e Indira (chilena), estuvimos hablando un buen rato y les pregunte que si podía viajar con ellos a lo que ellos me respondieron que si, con compañía estaba nuevamente. Una vez los tres en carretera pudimos llegar a un pueblo pequeño llamado Izcuchaca, y como llegamos algo tarde rápidamente nos movimos a buscar donde quedarnos. Fuimos a la comisaria a preguntar dónde nos podíamos quedar y nos ofrecieron un cuarto que por los momentos no estaban usando, nos facilitaron la cocina y el baño con ducha caliente, perfecto para nosotros. Al día siguiente igualmente seguimos pero sin saber a dónde íbamos a llegar, pero igual la travesía fue bastante amena, nos parábamos a hablar, a descansar y cada quien a contar las experiencias que había vivido en este viaje. El camino era de tierra, pero sin mucha pendiente, justamente estábamos al lado del rio Pampas, pasamos por túneles de roca, y los peor de todo era la cantidad de carros que nos pasaban pitándonos de una manera que desesperaba, pero lo curioso era que al verles en la cara una sonrisa entendíamos que era para saludar, era difícil no molestarse cuando te pitaban a parte de la cantidad de tierra que levantaban al pasar. Después de unos 85 kilómetros ya de noche y yo sin agua logramos llegar a Anco (La Esmeralda), aquí nos quedamos en el edificio de la comunidad que estaba en construcción. Como es de costumbre mucha gente alrededor de nosotros preguntando todo lo que se les podía ocurrir. Aun mas cuando miraban nuestras cocinas y cuando al fin logramos comer tranquilos no nos costó mucho quedarnos dormidos. En la mañana ya despiertos escuchamos algo parecido a una retreta y un local nos comenta que ese día se celebra una tradición por San Pablo, la que consistía en cortan un tronco y llevarlo a un pueblo que quedaba no solo al otro lado de la montaña sino que también por los menos 1200 metros más arriba. La tradición duraba unos 4 días (lo que se demoraban en subir el tronco). Esta tradición es llamada VigaHuantuy (palo cargan entre varios), son varios grupos los que se organizan y de varias edades y dependiendo de la fortaleza del grupo será el grosor del trunco a cortar, la vestimenta de los cargadores es algo particular, llevan flores en los sombreros y medias muy coloridas, y mientras más desempeño hubiese tenido en años anteriores mas colorido era su ropa. En fin VigaHuantuy viene de la época de los misioneros, cuando los sacerdotes ponía a los aborígenes del lugar a llevar estos troncos para hacer una iglesia en el otro pueblo (no se cual es nombre), se hace para una demostración de fortaleza y en honor a San Pablo. Lo curioso fue que nos invitaron a tomar fotografías de tal hazaña, era impresionante ver como los nativos con la boca llena de hojas de coca y con ron de caña se subían el tronco a unas frazadas que se ponían en la espalda para soportar el peso y nos le lastimara. Cuando el grupo necesitaba descansar otros compañeros sostenía la viga solo como quitándoles un poco de peso y a la hora de bajar el tronco todos de manera simultánea se tiraban al piso de espalda, ver esto fue algo muy impresionante y lo cual buscaba ver durante mi viaje.
Al terminar la sesión fotográfica, nos invitaron a un matrimonio Quechua, con la misma razón de que fuéramos a tomar fotos, pero con el pequeño problema que pueblo donde íbamos quedaba a dos horas y nos ofrecieron ir atrás en un camión. Y como la idea de este viaje a parte de la aventuras conocer ciertas tradición o culturas diferentes a las que estoy acostumbrado a ver decidimos ir a ver cómo nos iba. Nos subimos al camión con un montón de gente de la zona que también iba a celebrar el casamiento y lo hacían de la siguiente manera, cada vez que pa
sábamos una casa o varias casas el carro se detenía y cada una de las familia le regalaba comida a los recién casados, pero comida ya preparada como huevos fritos, cuyes, cochino asado, arroz, espagueti, y mucha pero mucha gaseosa (refresco) y no tanto eso sino que tenia a un encargado de contar toda la comida porque luego ellos la tendrían que regresar cuando en las otras familias hubiese algún matrimonio jejeje algo loco pero cierto. Al cabo de dos horas había una gran cantidad de comida y gaseosa de la cual nos brindaron un poco y todos nos preguntaban si nos gustaba su tradición y como era en nuestro país. Luego de más de 2 horas y por una carretera realmente atemorizante logramos llegar al pueblo Lambrasniyocc residencia de nuevos esposos, donde comimos y vimos como regalaban en esta caso ya los obsequios como camas, colchones, cocina, bombona de gas, dinero y otros pero antes de entregarlos tenían que bailarlos jejeje. Algo realmente nuevo y loco para Marc, Indira y para mí. Ya a las ocho de la noche era hora de regresar pero nuestro chofer estaba tomando lo que no nos alegro mucho, ya que la ruta no es precisamente atractiva que digamos, por esta razón decidimos quedarnos esa noche en el pueblo en la casa de los esposos y para sorpresa de Marc e Indira les dieron el colchón que le acababan de regalar para dormir y pues yo no corrí con la misma suerte, me dejaron dormir sobre un piel de ovejo.

Al día siguiente en la mañana ya estaba listo el desayuno, una sopa de mondongo de primer plato y de segundo carne con mucho arroz, y eso que estoy comiendo siento algo en mi cabeza que fastidia y lo que no podía faltar una garrapata. A las 9 de la mañana nos montamos en otro camión donde llevaban a los músicos y nos regresaron a Anco sanos y salvos. Como llegamos algo cansados y sin poder dormir bien decidimos quedarnos y salir en la mañana siguiente temprano.
Saliendo de Anco nos dirigimos hacia Huanta que era donde empezaba el asfalto pero lo que pensábamos que iba a ser lago fácil no lo fue tanto, el sol nos golpeo bastante y al final hubo un poco de subidas, pero ya en la tarde llegamos y de una vez nos fuimos al mercado a comer algo y después de un helado fuimos a la Municipalidad a ver si encontrábamos algo donde dormir, y corrimos con suerte ya que nos dieron un cuarto de un hostal que tiene el municipio en el terminal de terrestre donde pudimos descansar tranquilos. Al día siguiente llegamos a Ayacucho por puro asfalto y aunque nos toco subida y algo de bajadas el viaje fue relajado y rápido. Una vez en el pueblo de igual manera nos dirigimos al municipio pero acá si no encontramos nada y realmente no fueron nada simpáticos jejeje. Marc logro encontrar un hostal algo económico pero no muy limpio que digamos, así que nos duchamos y fuimos a comer esta vez algo rico gracias a Cadivi. Luego de comer voy al internet a chequear mis correos y me doy cuenta que alguien de Venezuela que vive en Ayacucho me había escrito ofreciendo su casa si pasaba por su pueblo… que tal? Que mala suerte porque ya habíamos pagado el hostal. En la mañana siguiente comenzaba la etapa de alta montaña por lo que nos levantamos temprano y salimos pero antes de dejar la cuidad percatamos que la parrillera de Indira estaba rota y mientras Marc la arreglaba se nos hizo algo tarde como para salir sin saber a dónde llegar, así que llame a Ricardo venezolano que lleva ya unos años en Perú. Muy amablemente nos fue a buscar y nos llevo a su casa donde vive con su esposa y la familia de su esposa y para mas sorpresa mía Ricardo nos empieza a comentar que el también estuvo viajando en bici por Suramérica y si que estuvo viajado, se conoce todos los lugares y tiene certificados de todos por donde paso, estuvo 3 años viajando en bici hasta que llego a Ayacucho donde conoció a su esposa y donde será un futuro padre. Tanto que busque alguien que hubiese hecho este viaje en Venezuela y donde me lo vine a encontrar. El ver como viajo y con qué recursos me dio más fortaleza para viajar y lograr mis metas. En su casa nos cansamos de hablar y echar los cuentos hasta la hora de dormir, y no tan temprano de la mañana logramos que Ricardo nos dejara ir de su casa para seguir nuestro viaje. De nuevo carretera de tierra y para nuestro dolor mucha subida, lo bueno fue que el camino lo estaban arreglando y estaba cerrado hasta cierta hora para el público en general. Después de haber rodado unos 30 kilómetros encontramos una casa rural para pasar la noche junto a una familia de agricultores. Aquí logramos apreciar la construcción de los bloques de adobe y como vive esta familia a unos 3800 m.s.n.m. Luego de pasar mucho frio, nos levantamos a desayunar y arreglar todo para seguir nuestro camino, nos toco seguir subiendo hasta unos 4300 metros sobre el nivel del mar y luego empezar lo que ellos llaman pampas (plano) que no fue más que subidas y bajadas (chinchorros) por unos 20 km y luego empezó el descenso hasta que llegamos a Chumbes y de igual manera buscamos donde dormir, primero fuimos al municipio pero estaba cerrado, luego fuimos hablar con el alcalde y no estaba, por ultimo fuimos a la escuela y hablamos con el vigilante y muy amablemente nos abrió las puertas de un salón para que pasáramos la noche, cocinamos, hablamos y a dormir. La mañana siguiente seguimos bajando hasta unos 1950 m.s.n.m. para luego subir y subir por unos buenos paisajes con la carretera casi para nosotros solos, todo muy hermoso y con mucha energía y en esta ocasión llegamos a un pueblo llamado Uripa a unos 3300 metros de altura acá también llegamos de noche y de una vez preguntamos por el colegio donde también muy amablemente nos dejaron pasar 2 noches para descansar y relajarnos un poco. Ya nuestro próximo destino era Andahuaylas, pero llegar tuvimos que subir hasta los 4300 metros nuevamente donde el paisaje era hermoso, realmente fascínate, que con solo ver tales montañas, ríos formaciones rocosas te sentías satisfecho de todo lo que habías hecho. Luego de ese momento mágico empezó el descenso de unas cuantas horas hasta que a eso de las 4 de la tarde logramos llegar y de una vez me fui al terminal terrestre porque para ese momento era 27 de septiembre y Eloy gran amigo de Venezuela me venía a visitar a Cusco y aun faltaban unos 400 km de distancia. Tome mi bus de 8 horas y llegue a Cusco a eso de las 5 am espere un rato y me vine hasta la casa de Wilian una gran persona que conocí por la web, que sin problema alguno me abrió la puerta de su casa como si fuese la mía, muchas gracias a él y su hermana. Wilian me hizo el favor de encontrar la manera más económica de ir al Machu Picchu para así cuando llegara Eloy tener todo listo, ya que el solo se quedaría unos 5 días. El 30 de septiembre llego en la mañana pero con un poco de mal de altura, así que llegamos a casa de Wilian a descansar y tomar té de Coca. Ya en la tarde un poco mejor salimos a para que visitara la cuidad y comer algo, la mañana siguiente salimos bien temprano en un bus hacia hidroeléctrica, unas 7 horas de travesía y de acá nos toco caminar unas 3 horas mas hasta Aguas Calientes por la vías del tren, este pueblo ya se encuentra en la base del Machu Picchu. A eso de las 4 de la mañana empezamos el ascenso porque llegar temprano era importante para poder ir al Waynapicchu, montaña donde puedes ver la cuidad desde arriba. Al fin llegamos al Machu Picchu bastante emocionado, ya que esta era uno de mis objetivos específicos del viaje y fue bastante impresionante ver toda la edificación que hicieron los Inca hace tanto tiempo y con tanta exactitud. Y poder subir hasta Waynapicchu y por ver la forma que tiene, la organización de los sembradíos me dejo sin palabras. Pasamos todo el día en la cuidad de Machu Picchu haciendo fotos y relajándonos en una de las maravillas de mundo, aunque para mí no hay mejor maravilla que las hechas por la misma Madre Tierra. Hicimos el mismo recorrido para regresar a Cusco y al día siguiente ya Eloy estaba de vuelta para Venezuela, y gracias a él pude subir y conocer la cuidad porque patrocino todo el viaje hasta Machu Picchu, ya que es bastante caro para alguien que viene viajando como yo.
Wilian le abre la puerta de su casa a muchos viajeros, por lo que he conocido a un montón de gente, Argentinos, Alemanes, Holandeses, Chilenos, Chinos, Franceses, etc. Y hemos compartido un montón, gracias a ellos también. Ya tengo 10 días acá y es hora de seguir, puede que mañana o pasado mañana, lo importante es que ya estoy listo para seguir y mis amigos Marc e Indira ya están acá y listo para seguir.

Saludos nos vemos en la Paz, Bolivia nuevamente… besos y abrazos.