Mi desanimo fue tal que decidí parar en lugar a pasar la noche y descansar ya que en el bus no puede dormir del todo. A eso de las tres de la tarde ya tenía mi campamento armado y ya estaba despertando de una pequeña siesta y justamente cuando abro la puerta de mi casa me doy cuenta que vienen subiendo una pareja de cicloviajeros, Marc (español) e Indira (chilena), estuvimos hablando un buen rato y les pregunte que si podía viajar con ellos a lo que ellos me respondieron que s
i, con compañía estaba nuevamente. Una vez los tres en carretera pudimos llegar a un pueblo pequeño llamado Izcuchaca, y como llegamos algo tarde rápidamente nos movimos a buscar donde quedarnos. Fuimos a la comisaria a preguntar dónde nos podíamos quedar y nos ofrecieron un cuarto que por los momentos no estaban usando, nos facilitaron la cocina y el baño con ducha caliente, perfecto para nosotros. Al día siguiente igualmente seguimos pero sin saber a dónde íbamos a llegar, pero igual la travesía fue bastante amena, nos parábamos a hablar, a descansar y cada quien a c
ontar las experiencias que había vivido en este viaje. El camino era de tierra, pero sin mucha pendiente, justamente estábamos al lado del rio Pampas, pasamos por túneles de roca, y los peor de todo era la cantidad de carros que nos pasaban pitándonos de una manera que desesperaba, pero lo curioso era que al verles en la cara una sonrisa entendíamos que era para saludar, era difícil no molestarse cuando te pitaban a parte de la cantidad de tierra que levantaban al pasar. Después de unos 85 kilómetros ya de noche y yo sin agua logramos llegar a Anco (La Esmeralda), aquí nos quedamos en el edi
ficio de la comunidad que estaba en construcción. Como es de costumbre mucha gente alrededor de nosotros preguntando todo lo que se les podía ocurrir. Aun mas cuando miraban nuestras cocinas y cuando al fin logramos comer tranquilos no nos costó mucho quedarnos dormidos. En la mañana ya despiertos escuchamos algo parecido a una retreta y un local nos comenta que ese día se celebra una tradición por San Pablo, la que consistía en cortan un tronco y llevarlo a un pueblo que quedaba no solo al otro lado de la
montaña sino que también por los menos 1200 metros más arriba. La tradición duraba unos 4 días (lo que se demoraban en subir el tronco). Esta tradición es llamada VigaHuantuy (palo cargan entre varios), son varios grupos los que se organizan y de varias edades y dependiendo de la fortaleza del grupo será el grosor del trunco a cortar, la vestimenta de los cargadores es algo particular, llevan flores en los sombreros y medias muy coloridas, y mientras más desempeño hubiese tenido en a
ños anteriores mas colorido era su ropa. En fin VigaHuantuy viene de la época de los misioneros, cuando los sacerdotes ponía a los aborígenes del lugar a llevar estos troncos para hacer una iglesia en el otro pueblo (no se cual es nombre), se hace para una demostración de fortaleza y en honor a San Pablo. Lo curioso fue que nos invitaron a tomar fotografías de tal hazaña, era impresionante ver como los nativos con la boca llena de hojas de coca y con ron de caña se subían el tronco a unas frazadas que se ponían en la espalda para soportar el peso y nos le lastimara. Cuando el grupo necesitaba descansar otros compañeros sostenía la viga solo como quitándoles
un poco de peso y a la hora de bajar el tronco todos de manera simultánea se tiraban al piso de espalda, ver esto fue algo muy impresionante y lo cual buscaba ver durante mi viaje.
Al terminar la sesión fotográfica, nos invitaron a un matrimonio Quechua, con la misma razón de que fuéramos a tomar fotos, pero con el pequeño problema que pueblo donde íbamos quedaba a dos horas y nos ofrecieron ir atrás en un camión. Y como la idea de este viaje a parte de la aventuras conocer ciertas tradición o culturas diferentes a las que estoy acostumbrado a
ver decidimos ir a ver cómo nos iba. Nos subimos al camión con un montón de gente de la zona que también iba a celebrar el casamiento y lo hacían de la siguiente manera, cada vez que pa
sábamos una casa o varias casas el carro se detenía y cada una de las familia le regalaba comida a los recién casados, pero comida ya preparada como huevos fritos, cuyes, cochino asado, arroz, espagueti, y mucha pero mucha gaseosa (refresco) y no tanto eso sino que tenia a un encargado de contar toda la comida porque
luego ellos la tendrían que regresar cuando en las otras familias hubiese algún matrimonio jejeje algo loco pero cierto. Al cabo de dos horas había una gran cantidad de comida y gaseosa de la cual nos brindaron un poco y todos nos preguntaban si nos gustaba su tradición y como era en nuestro país. Luego de más de 2 horas y por una carretera realmente atemori
zante logramos llegar al pueblo Lambrasniyocc residencia de nuevos esposos, donde comimos y vimos como regalaban en esta caso ya los obsequios como camas, colchones, cocina, bombona de gas, dinero y otros pero antes de entregarlos tenían que bailarlos jejeje. Algo realmente nuevo y loco para Marc, Indira y para mí. Ya a las ocho de la noche era hora de regresar pero nuestro chofer estaba tomando lo que no nos alegro mucho, ya que la ruta no es precisamente atractiva que digamos, por esta razón decidimos quedarnos esa noche en el pueblo en la casa de los esposos y para sorpresa d
e Marc e Indira les dieron el colchón que le acababan de regalar para dormir y pues yo no corrí con la misma suerte, me dejaron dormir sobre un piel de ovejo.
Al día siguiente en la mañana ya estaba listo el desayuno, una sopa de mondongo de primer plato y de segundo carne con mucho arroz, y eso que estoy comiendo siento algo en mi cabeza que fastidia y lo que no podía faltar una garrapata. A las 9 de la mañana nos montamos en otro camión donde llevaban a los músicos y nos regresaron a Anco sanos y salvos. Como llegamos algo cansados y sin poder dormir bien decidimos quedarnos y salir en la mañana siguiente temprano.
Saliendo de Anco nos dirigimos hacia Huanta que era donde empezaba el asfalto pero lo que pensábamos que iba a ser lago fácil no lo fue tanto, el sol nos golpeo bastante y al final hubo un poco de subidas, pero ya en la tarde llegamos y de una vez nos fuimos al mercado a comer algo y después de un helado fuimos a la Municipalidad a ver si encontrábamos algo donde dormir, y corrimos con suerte ya que nos dieron un cuarto de un hostal que tiene el municipio en el terminal de terrestre donde pudimos descansar tranquilos. Al día siguiente llegamos a Ayacucho por puro asfalto y aunque nos toco subida y algo de bajadas el viaje fue relajado y rápido. Una vez en el pueblo de igual sábamos una casa o varias casas el carro se detenía y cada una de las familia le regalaba comida a los recién casados, pero comida ya preparada como huevos fritos, cuyes, cochino asado, arroz, espagueti, y mucha pero mucha gaseosa (refresco) y no tanto eso sino que tenia a un encargado de contar toda la comida porque
Al día siguiente en la mañana ya estaba listo el desayuno, una sopa de mondongo de primer plato y de segundo carne con mucho arroz, y eso que estoy comiendo siento algo en mi cabeza que fastidia y lo que no podía faltar una garrapata. A las 9 de la mañana nos montamos en otro camión donde llevaban a los músicos y nos regresaron a Anco sanos y salvos. Como llegamos algo cansados y sin poder dormir bien decidimos quedarnos y salir en la mañana siguiente temprano.
Wilian le abre la puerta de su casa a muchos viajeros, por lo que he conocido a un montón de gente, Argentinos, Alemanes, Holandeses, Chilenos, Chinos, Franceses, etc.
Saludos nos vemos en la Paz, Bolivia nuevamente… besos y abrazos.
que fascinante tu descripción de la boda! no me toco tal experencia, pero me gusto mucho el tramo entre huancayo y huanta. espero estar en cusco dentro de 2 semanas.
ResponderEliminarCon el corazon como una pasa y los ojos como los de un morrocoy, leo tus aventuras con muchisimo agrado. No me queda mas que dar las gracias a Eloy por su patrocinio a machupichu, a tus amigos de travesia y a todas aquellas personas que te han abierto las puertas de su casa para recibirte, por lo que estoy en deuda con ellos. Mi casa es ahora la casa de cualquier ciclista que quiera pasar por ella. Ya recibimos un canadiense y dos rusas, asi siento que retribuyo de alguna manera todo lo que has recibido lejos de mi y de tu casa. TQM. Tu maiiiiiiii
ResponderEliminarHey, Juanjo! Bueno, veo que los posts te dan mucho trabajo pero son geniales!!
ResponderEliminarSuerte con tu próximo destino, ya nos cruzaremos otra vez...
Saludos!