miércoles, 4 de enero de 2012

Costa Chilena: Hermosa y Durísima II

Luego de pasar una buena noche en Pichilemu, lleno de energías seguí mi ruta hacia el sur con buena ruta asfaltada y ya un poco más plana, pero luego de unos 30 km empezó un camino de tierra con unas subidas que no creía. Esta ruta hacia que me preguntara si valía la pena seguir con este viaje y aunque el paisaje era hermoso no me daba ánimos de parar a tomar una foto. Así que después de mucho pedalear logre llegar a Llico, un pueblito perdido y cual solo tiene una calle. De una vez fui a buscar ayuda a los bomberos donde me recibió un muchacho bien joven, el cual me abrió las puertas de cuartel de bomberos sin ningún problema. Estuvimos hablando bastante y a la final me acompaño a dar una vuelta por el pueblo, lo cual significa ir a la playa y regresar por la misma calle. Me conto que antes la gente vivía de la pesca pero que ya no mucho y ahora la mayoría de la gente trabaja cuidando las casa de verano de la gente pudiente de chile y los otros construyéndolas. Luis como buena persona que es jejeje es practicante del bici de montaña por lo que decidió acompañarme hasta la mitad del camino.

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Muy temprano en la mañana me levante y desayune como de costumbre mi pasta con atún y me fue a buscar a Luis que pensaba que se iba a levantar tan temprano pero no fue así. Aunque no estaba listo estaba dispuesto acompañarme. Lo espero unos minutos y nos fuimos rumbo a un pueblo llamado Lipimávida, pero el camino como el mismo Luis me había dicho era bien duro. Estas subidas de tierra no terminaban nunca pero como tenia compañía no fue tan grave. Después de unas cuantas horas logramos llegar a la cumbre de una montaña donde se veía el Lago Vichuquén, luego que llegamos al pueblo el bombero decidió acompañarme un rato mas hasta que encontramos el asfalto que fue un LLoca un pueblo bien lindo a orillas de la playa y ya en esta zona se podría decir que encontré paz ya que las subidas terminaron J.

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DSC_0236 (2)Luego de andar unos 98 km logre llegar a Constitución, un pueblo bien golpeado por el terremoto de febrero del 2010, fui a pedir ayuda a los bomberos nuevamente pero esta vez no tuve tanta suerte, igual el cuartel estaba todo destruido y ellos se encontraban en un lugar que les habían habilitado. Así que empezar a buscar y a preguntar pero no tuve ninguna respuesta positiva así que me fui a buscar una pequeña residencia por la cual tuve que pagar 14 dólares, pero pude descansar y logre comunicarme con Paula la hermana del Líder y quedamos en encontrarnos en el Parque Nacional Las 7 Tazas.

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Al día siguiente me fui hasta Pelluehue que estaba a unos 77 km, aquí me recibió la familia de Claudio un amigo de Paula. Sus padres con mucho cariño me atendieron muy bien y me contaron como la pasaron mal el día del terremoto y los días siguientes. Cuando yo llegue al pueblo no vi ninguna secuela del sismo pero el papa de Claudio me conto que detrás de la calle donde me encontraron habían 4 calles más y ahora solo es arena. Me pude dar cuenta que la gente que vivía por esta zona de Chile ya a más de un año del terremoto no lograba superar el trauma que les causo y no es para menos.

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A la final deje La Burra en casa de los papas de Claudio y me fui en bus a encontrarme con Paula, y por poco me deja en bus. Al encontrarme con mi hermana (Paula) nos dimos un gran abrazo y fuimos a comprar comida y un poco de vino claro está. Este parque se llama Las 7 tazas porque es un rio que va cayendo en varias pozas como en pequeñas cascadas, pero lastimosamente con el terremoto (según la gente) las Tazas se vaciaron, pero lo que sí es cierto es que estaban vacías, así que no fuimos a otro sector del rio en el cual montamos nuestro camping y pasamos una noche súper agradable yo contándoles sobre mi viaje.

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Una vez ya de regreso en casa de los papas de Claudio descase un poco del largo viaje y al día siguiente seguí mi ruta hacia Concepción donde me volvería a reunir con Héctor el gran panal y por tal razón salí con una energía que rodé unos 92 km los cuales los primeros 60 fueron mixto (pavimento y tierra) pero fáciles, es decir, sin mucha subidas fuertes, pero los otros 32 fueron mata piernas y lo peor de todo fue cuando se me acabo la carretera y me dijeron que tenía que agarrar un crucé e iba a tener que dar una vuelta para cruzar un rio de 30 km más. Pero no me rendí y camine 1 km por la playa empujando la bici por la arena hasta que llegue orillas del rio y hable con unos pescadores para ver si me podían cruzar y ellos muy amablemente no pusieron ningún problema, solo que tenía que esperar que ellos terminaran su faena de trabajo. Ya del otro lado del rio tuve que empujar otro kilometro mas para llegar a la carretera pero estaba tan cansado que le pedí a uno de los pescadores para que me diera un chance de dormir en su casa y hasta ducha caliente y cama me dieron.

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Al amanecer ya estaba yo listo para seguir con mi ruta y ya sabía que llegaría a concepción pero por mas enérgico que me sentía las grandiosas subidas me volvieron a golpear y no fue hasta un pueblo llamado Dichato (también golpeado por el tsunami) que logre encontrar asfalto pero nada plano. Lo bueno es que rodaba mejor y lo malo que el calor se triplico. Luego de 6 horas sobre la bici por fin llego a la de Héctor quien me estaba esperando con un Gatorade bien frio.

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Ya en tranquilo en la casa de Héctor sin tener que pagar o incomodar a nadie me dedique a buscar una carpa para remplazar la mía que ya no me resistía el agua y la gran solución fue comprarla en U.S.A. y que me la mandaran. Grave error, pero valió la pena pues pase 20 días disfrutando de un merecido descanso. Y pude conocer mejor la cuidad, y las áreas verde que bien mantenidas las tienen y gracias a que la pase tan bien que es una de la ciudades que más me ha gustado del viaje.

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Continuara…

lunes, 26 de diciembre de 2011

Costa Chilena: Hermosa y Durísima I

Luego de estar un buen tiempo en Concepción y en Santiago ya era hora de seguir mi camino. Una vez ya listo me dirigí a La Calera donde había dejado la bici, hice mis compras respectivas y a dormir tranquilo.

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Buen día para pedalear destino Valparaíso y para suerte mía aun estaba en condiciones aunque a los pocos kilómetros recorridos escuche un pequeño ruido en la rueda trasera, un rayo, pero bueno nada que no pudiera solucionar, medio enderece la rueda y así seguí mi ruta la cual era bien aburrida. Autopistas con carros que me pasaban con todo su ruido, pero más pesado se puso cuando en un peaje no me dejaron pasar y me dijeron que tenía que tomar la ruta nacional, esta se trata de una carretera vieja y angosta por donde pasan todo los buses interurbano ya que no pueden darse el lujo de pagar los costosos peajes!

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Listo ya en Viña del Mar, casa muy bellas junto a las frías playas del océano pacifico y de un momento a otro que no sabes cuando entras a Valparaíso una cuidad mas de estudiantes y de una vida más bohemia con grandes subidas y muchas casas juntas en los cerros. Aquí me recibe Pablo Ortiz un amigo músico con ganas de compartir conmigo su casa mientras yo termino de arreglar mi bici. Y para mi gran sorpresa puede encontrarme con mi hermana Paula Gómez (hermana de El Líder). Luego de pasar dos noche en Valparaíso y conocer la un de las casas de Pablo Neruda me dirigí a Quintay por la recomendación de otro ciclista que se encontraba allá. Pensé como siempre que iba a ser fácil ya que quedaba cerca en relación con las otras distancias que ya manejaba pero salir de la ciudad no fue tarea fácil, pues son una subidas como si fuesen hechas en contra de los ciclistas hasta tuve que bajarme un par de veces a empujar la bici.

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Quintay es una caleta de pescadores que cerca al año 1900 se fundó unas de las balleneras más grande e importantes de Chile. En este hermoso pueblo fui muy bien recibido por el Italiano Alessandro Alessandrini otro cicloviajero junto con el Figura (Mauricio Álvarez) dueño de la casa donde está El Palomito, el único kiosco de comida rápida que funciona en Quintay. Podría decir que es unos de los lugares que siempre querré regresar. Es un pueblo que está lleno de bosques de pinos (todos privados), con una playas hermosas, con gente magnifica, y en especial todos los perros de la casa. Cada vez que podía me iba con el italiano a limpiar la playa y no puedo olvidar que en una ocasión una familia nos pregunto por qué hacíamos eso, si por trabajo o por reciclar, a lo que contesta el Alessandro: “para que no se vea sucia una playa tan linda” con esto el papa le dice a sus hijas vamos a colaborar con ellos así que cada quien recoja un papel, para nosotros fue imposible no reírnos pues la playa estaba llena de basura y ellos solo querían recoger un papel pero de igual manera la ayuda fue muy bien recibida. Justo cuando nos íbamos con dos bolsas negras de basura cada uno nos volvemos a encontrar a la familia y el padre dice: “un aplauso para los muchachos” y a lo que El italiano responde: “No, Los Aplausos no sirven de nada”, una frase que nuca olvidare.

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Después de veinte días en Quintay, sin hacer ejercicio y de haber pasado por una conjuntivitis me hago de voluntad para seguir el recorrido. Nos es mucho lo que recorro, 18 km, pero llego a una playa hermosa, Playa Tunquén, donde me quedo en la orilla de la playa vacilando el atardecer. Aunque esos 18 km fueron bastante duros ya que estas costas están llenas de subidas con grandes grados de inclinación.

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Ya tratando de agarrar el ritmo seguí hasta San Antonio, esta es una ruta de muchas subidas fuertes que más rápido se me agotaba la paciencia que las fuerzas. En esta ruta pase cerca de otras de las casas de Pablo Neruda y por lugares muy bonitos, los cuales solo son casa y apartamentos de veraneo de gente con grandes poderes adquisitivos.

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A la final pude llegar muy cansado y me fui rápidamente para los bomberos para probar mi suerte y la primera respuestas fue que no. Pero no me fui, me quede hablando y charleando hasta que uno de los bomberos me dijo bueno pasa pero vamos a guardar tus cosas en un cuarto y sales a recorrer y te vienes a las 9 de la noche cuando ya estemos seguro que el jefe no vendrá pero eso si te tienes que ir temprano de la mañana, jejeje, y yo por supuesto no puse ningún problema e hice todo como me dijeron.

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Muy temprano de la mañana como se suponía salí del cuartel de bomberos de San Antonio con destino a un pueblito llamado Navidad, y este ha sido unos de los días más raros que he tenido en el viaje de cierta manera. Después de haber recorrido unos 40 km me pasa una camioneta y se para de una manera muy rara y cuando me doy cuenta en un niño manejando con su papa al lado y el hombre me llama y me pregunta que a donde voy y le digo que a Navidad y él me dice tranquilo yo te llevo, a lo que le respondo no señor tranquilo solo me faltan 10km que no es nada, el insistió de tal manera que bueno dije vamos pues. Y me tranquilo que manejo yo, y en el camino me dice: “mi hijo manejaba porque yo me torcí un tobillo y me duele al manejar” y cuando me cuenta toda la historia de lo que le había pasado ya me quería bajar. Y por supuesto el señor se había tomando el día anterior varias cervezas. A todas estas en medio camino me pregunta que si yo sé manejar jajaja, ahí me di cuenta por donde venia el asunto, así que de un momento a otro pase de manejar una bicicleta a manejar una camioneta por carreteras chiles y los mas chistoso era que aun cargaba mi casco. El señor vomito por todo el camino mientras que el hijo (Lukas) y yo hablamos para disimular la parte. Y de pronto se escucha huuuugooooooo (sonido típico al vomitar) y después disculpa juansito! Jejeje no me lo podía creer. A la final de todas termine durmiendo en su casa y cocinándoles!

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Al día siguiente sin que nadie me escuchara me levante, comí y me fui ruta Pichilemu, y la ruta nada que cambiaba, parecía una montaña rusa, pero supe pedalear muy bien que me hice unos 87 km. Pichilemu es bien es un pueblo bien conocido por los surfistas, ya que muy cerca se encuentra una playa llamada Punta de Lobos, por lo que el pueblo es bien turístico y lindo. Cuando llegue bien cansado me fui directo a los bomberos quienes me atendieron muy bien. En cuartel jugué billar, me cocinaron, salí a pasear por ahí y realmente la pase muy bien, pero sin tiempo para el descanso al día siguiente salí bien temprano como ya me era costumbre.

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Continuará…

viernes, 9 de diciembre de 2011

Venezuela en Chile

Luego de haber rodado mucho kilómetros por Argentina era hora de volver a Chile, lo que significaba volver a cruzar la cordillera de los Andes, esta vez por un camino asfaltado y muy transitado por camiones pesados. Tuve que pedalear mucho antes de poder salir realmente de la ciudad y en el camino me encontré un ciclista mendocino que me ayudo con varios atajos con menos tráfico vehicular. Este día me sentía bien casando ya que el día anterior había rodado un poco mas de 180 km.DSC_0014

El sol estaba haciendo su trabajo mientras yo tras cada pedaleada subía la cordillera, pero no fue hasta que llegue a Potrerillos que me rendí, había rodado unos 67 km, estaba realmente cansado. Este pequeño pueblo era semi-turístico ya que contaba con un embalse donde muchas personas iban a navegar barcos de vela, tenía sus balnearios y se hacían varias excursiones a caballo. Busque una zona de camping donde me reuní con varios artesanos y malabaristas y la pase muy bien.

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Al día siguiente, 12 de enero, bien temprano en la mañana seguí subiendo y enfrentándome al tráfico tan pesado que concurría en esta vía. Me sentía en mejores condiciones que ayer así que llegue rápido a Uspallata donde había decidido parar a dormir. Comí y descanse un poco y sin pensarlo mucho seguí subiendo esperando encontrar otro lugar donde pasar la noche. Luego de haber pedaleando 93 km llegue a Polvaredas un pueblito muy pequeño, donde había una sede de vialidad al que fui a pedir un lugar donde pasar la noche. Luego de haber salido de Uspallata me azotó un poco el viento y tuve que pasar alrededor de 13 túneles aunque cortos pero igual oscuros con mucha brisa y en ocasiones con camiones. En esta sede de Vialidad me abrieron las puertas de manera muy amable y tuve la suerte que me ofrecieran cama, direct tv y acceso a la cocina jejeje.

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En la mañana siguiente salí bien desayunado con ánimos de cruzar la cordillera hacia el otro lado por lo que pedalee con bastante ánimo aunque el viento si esforzaba por quitármelos y cada vez las pendientes eran más intensas aunque nada comparado con lo que ya había vivido. El primer pueblito que pase fue Punta de Vacas, este pueblo vive del turismo más en época de invierno ya que aquí se encuentran centros de esquí. Ya es posible ver el Aconcagua, el pico más alto de América según tengo entendido con una altura de 6959 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m). El paisaje era realmente bello y me hubiese gustado disfrutarlo más pero mi humor no era el mejor gracias al viento y la gran cantidad de tráfico. Kilómetros después pase por Puente del Inca, lugar donde venden mucha artesanía y según cuenta la historia pasaban los incas por un puente de piedra realmente hermoso que parecer se formo de los sedimentos al pasar los años.

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Por fin llegue al punto de vialidad Paso Libertadores, aquí tenía que esperar que un carro me pasara hacia chile ya que venía un túnel llamado Cristo Redentor de 3 km de longitud y aunque quisiera cruzarlo en bici esto era prohibido. Al pasar unos 20 min llegó una camionetica de vialidad y sin costo alguno me pasó a territorio chileno. Y para mí felicidad venia solo bajada y la famosa bajada de los caracoles.

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En este descenso interminable me encontré a dos parejas de ciclistas subiendo, me paré para hablar un poco, una de las parejas eran de Canadá con aproximadamente 60 años de edad y tenían como destino llegar a Ushuaia pero por Argentina únicamente en solo 4 meses y la otra pareja era de hermanos que solo estaban probando este sistema de viaje (cicloturismo) y viajaban solo de Santiago de Chile a Mendoza de Argentina, bien por ellos. Por fin llegue a los Andes y bien cansado pues había estado sobre la bici 8 horas y logré hacer unos 115 km. Rápidamente me fui a los bomberos y muy amablemente ellos me aceptaron brindándome todo su apoyo.

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Luego de haber descansado un poco llamé a Héctor Pérez (fue así), mi amigo de Cumaná que me estaba esperando prácticamente desde que salí, el se encontraba en Concepción una ciudad que está aun bastante al sur de chile por lo que al día siguiente me fui hasta otro pueblo llamado La Calera de donde es Indira mi excompañera de viaje chilena. Allí dejaría la bicicleta y tomaría un bus hasta Concepción.

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Llegue a La Calera bastante rápido aunque igual fueron unos 73 km pero prácticamente en bajada, pude contactar a la familia de mi amiga, bañarme en su casa, dejar la bici y tomar un bus hasta Santiago y de allí tome otro hasta Concepción. Ya en el terminal de Concepción pude encontrarme con Héctor y fue una alegría tanto para él como para mí, ya que nos encontrábamos tan lejos de nuestro país, de nuestra gente y por fin teníamos a alguien para apoyarnos mutuamente. Ese mismo día nos fuimos por unas cervezas y pudimos hablar como era debido jejeje. Ya en la semana cuadramos con sus amigos y nos fuimos a la playa, Cobquecura, donde fue el epicentro del terremoto del 27 de febrero del 2010. En una playa llamada Buchupureo alquilamos entre todos una cabaña donde pasamos 4 noches calidad!

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En estas 4 noches hicimos parrilla, bebimos cervezas, el pana Nelson y Klen (amigos trompetistas de Héctor) se metieron a la playa con el bodyboard. Yo intente meterme a darme un baño pero con los 9 grados Celsius que tenía el agua solo me dio por meter los pies. Las olas estaban gigantes tanto así que en ocasiones nadie se pudo meter, cuando me refiero a nadie es que ni los surfer Pro que venían del extranjero pudieron. Las playas que visitamos fueron Buchupureo y Pullay

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Ya de regreso a Concepción Héctor tuvo que arreglar todo porque se regresaba a Venezuela por vacaciones pero no antes de ir a Valdivia para presentar una audición. Yo me tenía que regresar a Santiago para hacer unos trámites en la embajada.

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En Santiago me recibió Nico un amigo recomendado por Dira Martínez, con el cual me la lleve genial. Nico tiene una librería-café pequeña donde te puedes sentar a leer un libro sin necesidad de pagar nada. La idea es que la población retome la lectura, pero no una lectura técnica sino una más poética. En Bukster (nombre de la librería) aprendí muchas cosas sobre la literatura latinoamericana

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Luego de pasar un buen tiempo disfrutando de mis amigos y descansando de la bici ya era hora de volver al pedal y seguir mi ruta hacia el Sur!

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Disculpen el abandono pero aquí seguimos!

viernes, 18 de febrero de 2011

RUTA 40

DSC_0040Por fin pude lavar toda la ropa en Salta, ósea un buen lavado. Estuve en esta ciudad 4 noches donde pude ponerme al día y planificar mi próxima ruta hacia San Juan por la ruta 40. La ruta 40 es muy famosa por ser la carretera más larga de Argentina ya que recorre de norte a sur todo el país y el saber que iba a estar rodando por aquí ya era un gran avance.

DSC_0008Empieza nuevamente mi día a día, pedalear, esta vez directamente hacia el sur, el camino por fin era plano con buen asfalto. Comencé a rodar por lo que llaman la ruta del vino, pues hay bastantes viñedos y mucho tabaco, la temperatura es un poco alta y más que ya estaba adaptado al frio del altiplano. Este día rodé casi 100 km, tiempo sin rodar tanto y tan rápido, pero las condiciones geográficas se prestaban para hacerlo. Llegue a un pueblo llamado La Viña; en casi todos los pueblos de Argentina podemos encontrar campings municipales donde se puede pasar la noche con la carpa sin tener que pagar, lo cual me convenía mucho y La Viña no fue la excepción. Pude pasar una noche tranquila sin mucho frio, viendo los partidos de football de un campeonato local de niños menores de 8 años.

DSC_0053La mañana siguiente después de un buen desayuno me dispongo a pedalear con idea de llegar a Cafayate bien conocido por sus vinos, viñedos, bodegas y lugares turísticos para visitar. El camino fue algo pesado por el sol, mucho calor. Pase por muchos lugares bastantes curiosos, con una variedad geográfica bastante interesante, unas de las que me llamo la atención fue la Garganta del Diablo que no es más que un cañón entre las montañas creado por el agua atreves de los años, también pase por Casas de Loros, una roca con una gran cantidad de huecos donde mucho loros anidan y/o viven, Los Castillos, formaciones rocosas de color rojizo intenso que dan idea de una gran fortaleza. Luego de unos 100 km y algo logré llegar a Cafayate un poco cansado y muy acalorado y rápidamente me fui hacia información turística preguntando donde quedaba un viñedo artesanal llamado Utama, que me había recomendado uno de los dueños que conocí en Perú. Fácilmente pude llegar y hable para quedarme unos días ya que era 23 de diciembre y quería pasar la navidad en lugar agradable jejeje. Amablemente Mau, la dueña, no tuvo problema para darme un lugar donde poner mi carpa y rápidamente me integró al grupo que estaba allí. Utama es una granja orgánica donde participan personas voluntarias a cambio de conocimiento, estadía y comida. Por lo que me encontré con 3 franceses, 2 estadounidenses y una canadiense más los trabadores de la granja.DSC_0055

Los vecinos a la granja también vinieron a festejar las fiestas en Utama. Tuvimos una navidad llena de comida, muchas risas y mucho vino, era un encuentro internacional y el intercambio cultural fue impresionante al cual le saque mucho provecho. Luego de que terminó la comida y casi todo el vino nos fuimos a la rumba de la ciudad y ya temprano por la mañana fue que me pude acostar en mi carpa ya todo vuelto….DSC_0062

Después de descasar dos días de la gran fiesta fue hora de seguir hacia el sur ya por la muy nombrada Ruta 40. Esta ruta presenta una variedad de paisajes pero la gran mayoría es desierto con mucha brisa en contra a partir del medio día. Fueron 100 km los que rodé hasta llegar al pueblo de San José, el camino fue algo de asfalto (30km) y luego empezó algo de tierra ya que este tramo estaba en construcción. El sol fue implacable pero sin mucha brisa para mi suerte. Ya listo para buscar donde acampar me fui a comprar algo de comida para cocinar y la señora que me atendió tuvo una facilidad para meterme miedo de que habían gente mala por ahí y toda la historia que siempre me cuentan pero en este momento no me gusto así que sigue pedaleando hasta que encontré una casa que me pareció la ideal para pedir un permisito para acampar. Tan a gusto pase mi noche en ese lugar que me desperté un poco tarde para lo que ya me había acostumbrado y también porque la brisa empezaba en la tarde. DSC_0086

Por la pereza de no levantarme más temprano pague el alto precio de una brisa bastante fuerte que después de mucho esfuerzo, de arena en mis ojos y la monotonía del paisaje árido tuve que darme por vencido a los 55 km donde había un casa que al parecer estaba ahí para ayudarme a resguardarme de la brisa. Pero no todo fue así de simple, el lugar que me facilitaron era un antiguo refugio para la gente que con el tiempo se había convertido en uno para ovejas, así que tuve que dormir prácticamente sobre sus excrementos.DSC_0101

Aprendí la lección, pues al día siguiente muy temprano ya estaba despierto cocinado mi gran desayuno (pasta con jurel) y listo para continuar con mi trabajo diario, pedalear y pasarla bien jejeje. Luego de unos 40 km empezó un camino de tierra un poco malo que continuo por unos 50 km más. En camino aunque desértico no fue tan aburrido pues hubo subidas buenas, montañas lindas, y tuve que parar a reparar un neumático que se me había desinflado y una alforja la cual perdió dos tornillos importantes. Después reparar y seguir el camino empezó nuevamente el asfalto y todo se hizo más fácil jajajaj. A pocos kilómetros me encontré un español que venía desde el sur con el cual pase unos 45 min hablando. Hasta que llegue a Belén fueron uno 116 km sin mucha brisa, fui a tomarme una coca-cola para rehidratarme jajaja y un helado para renovar todas mis energías perdidas. Llegue a una casa a pedir que me dejaran armar mi carpa y pasar la noche, mientras cocinaba empezó a llover de una manera impresionante y me demostró que mi casita ya no era a prueba de aguaL. Los dueños de la casa muy amablemente me ofrecieron que me alojara en una casa en construcción de un familiar de ellos para resguardarme de tanta agua que no paró durante la noche.DSC_0148

Desde Belén seguí mi travesía por la ruta 40 hacia el sur, por esta zona ya había mucho mas arboles, un poco menos calor y viento. A esta altura ya había recorrido varias provincias de argentina y según los pobladores estaba pasando por una de las más lindas del norte de argentina, San Blas, al parecer es un clima de arboles y abundante vegetación gracias a varios ríos que pasan por la zona. Me quede en una población muy pequeña llamada Andolucas en el camping municipal junto a una pareja de artesanos con quienes compartí muy agradablemente el resto de mi día hablando de la situación social en general y bebiendo mate. DSC_0102

Último día del 2010, camino a Chilecito, me toco una subida muy suave pero bastante larga aparte de que estaba cansado del día anterior por lo que fue algo pesada. Aquí el sol me acompaño todo el día brindándome mucho calor. Realmente no disfrute mucho este camino por mis condiciones, sentía mucho deseo de terminar este día. Después 110 km llegue y sin pensarlo mucho llegue a un hostal para no estar molestando a persona en un día como estos (fin de año). En el hostal me encontré con dos alemanes que viajaban en moto así que con el pasaría el año nuevo con ellos. Fuimos y compramos una botella de vino, pan, jamón y queso y con eso hicimos nuestra gran cena. Después de escuchar todos juegos artificiales y hablar con mi familia me fui a dormir ya que estaba algo cansado. Al día siguiente, 1 de enero del 2011 a un año de mi partida de en bicicleta a eso de las 6 am de la mañana me despierta un temblor algo largo jajaja por lo que pensé; que buena manera de empezar el año. Aunque tenía la idea de seguir preferí quedarme un día más descansando y comiendo helado. DSC_0125

Nuevo año y con pilas nuevas seguí mi camino con la meta del día de llagar a Villa Unión la cual logré después de pedalear 113 km y pasar por la cuesta de Miranda la cual es de tierra, con grandes subidas pero con un paisaje espectacular. Logre hacer camping al lado de una estación de servicio de Villa. Al día siguiente salí hacia Huaco sin haber comido mucho y buscando donde desayunar. Después de unos 45 km encontré un pueblo llamado Guandacol y me comí dos sándwich mas mi respectivo postre para después seguir pedaleando hasta que me encontré un francés que viaja también en sentido contrario al mío, estuvimos hablando por un buen rato, el explicándome lo que me venía y viceversa. Después de unos cuantos kilómetros más me encontré con otro cicloviajero alemán que viajaba hacia el norte también con el que hable pero no mucho, ya sentía que iba un poco tarde y el viento me podía regañar jejeje. No fue hasta que rodé unos 125 km que llegué a Huaco donde me dirigí a un puesto policial que me dio permiso para acampar al lado de la estación debajo de un camión para protegerme de una supuesta lluvia.DSC_0158

Después de arreglar todas mis cosas empezaron a girar mis neumáticos pero tan aprisa como quisiera, la subida que me toco aunque era de asfalto no fue tan fácil, pero nada comparado con Bolivia, etc. Sin ser muy larga me pare en la cima a tomar unas fotos para ustedes mientras otras personas me preguntaban lo de siempre. Empezó el descenso relativamente relajado, en un camino desértico, con muchas capillas de la virgen de la Difunta Correa, la cual según la historia murió de sed en el desierto argentino. Luego de unos 70 km me paré a comer algo cuando se pararon una pareja de argentinos que también viajaban en bici, según mis cálculos especuladores, la pareja era de una edad entre los 40 y 50 años, lo cual me pareció excelente. No paso mucho cuando me encontré pedaleando contra mi mejor amigo o mi peor enemigo, el viento, me recordaba cuando pedaleaba por Bolivia con la diferencia que no había subida y todo estaba asfaltado. No podía creer que no podía pedalear mas, de verdad que es una lucha contra ti mismo ya que tu humor se vuelve un poco pesado y hasta comienzas a hablar con no sé quien casi que maldiciendo todo L, aquí es donde viene el aprendizaje del viaje, tratar de controlar todos estos impulsos y lograr superarlos sine entrar en conflictos, es fácil decirlo pero hacerlo después de varios días viendo un paisaje medio monótono, sin hablar con mucha gente y un sinfín de cosas que te pasan por la mentes cuantos cuando viajas. El hecho fue que decidí parar porque estaba haciendo un esfuerzo grande sin avanzar mucho así que preferí relajarme y seguir mañana con mejor humor jajaja. Y como siempre me premia el destino cuando tomo decisiones como estas apareció un refugio de la Difunta Correa.

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En el refugio había un colchón tirado en el piso, unas paredes de lata (especie de bambú), electricidad, una mesa y un viento que me tenía loco. Dos horas luego de haberme parado empezó lo que yo llamo una tormenta de arena que me tuve que esconder en el saco de dormir para salirme de él unas 10 horas después cuando amaneció, con todo cubierto de arena. Así que tuve una nueva vivencia en el pueblo argentina que no había tenido nunca en mi vida.DSC_0179

Sin comer nada empecé a rodar hasta el pueblo que quería llegar el día anterior Talacasto. Fue aquí donde desayune y empecé mi ruta hacia San Juan y que después de una gran subida y unos 112 km llegue. Estaba cansado de rodar tantos kilómetros por tantos días y de aquí pensaba hacer mi ruta hacia Chile, pero no todo fue como imagine. Aquí pensé que terminaba esta etapa de la ruta 40 y continuaba por la ruta 12 que se internaba en la montaña pasando por un parque nacional y un observatorio, pero al averiguar bien me entere que esta ruta estaba cerrada desde hace 10 años, no entiendo como sabia yo de que esta ruta existía jajaja. Pase 4 noches en el hostal San Juan en el cual conocí mucha gente que viajaba y compartí con varios de ellos mientras me alimentaba y cambia mi menú diario jejeje. DSC_0166

A la final decidí seguir hasta Mendoza por la ruta 40 y de allí tomar el paso más concurrido de Argentina-Chile, paso Libertadores. Sabia que me enfrentaría a mucho carros y muchos camiones pero bueno así es la vida del ciclista. El 10 de enero salí hacia Mendoza lo cual hice en un dia rodando unos 183 km por lo cual quede muerto y en si no me dio tiempo de conocer nada de según la gente tan hermosa ciudad.DSC_0005

Ya en Mendoza termina esta etapa sobre la famosa Ruta 40, que de seguro tendré que retomar más al sur del País. Saludos y hasta una próxima edición jejeje.

sábado, 8 de enero de 2011

Ya en Argentina :)

San Pedro de Atacama es un pueblo muy turístico, con bastantes lugares por conocer, extranjeros por todos lados y por ser verano muchos chilenos. Por estas circunstancias el costo de la vida es muy elevado y para nosotros que veníamos de Bolivia, el país más económico de Suramérica, fue un choque muy fuerte económicamente hablando. Pero a pesar de todo esto la suerte nunca nos abandonó y gracias a Jes (posiblemente Jesica), una local, que nos invitó a dormir a una casa que tenia la cual aun estaba en construcción no tuvimos que pagar hostal. Estaban construyendo una casa de adobe con un estilo típico de una zona de Bolivia pero que fuese sustentable y se puede decir que estaban haciendo un buen trabajo.

DSC_0021 En San Pedro pase unos 4 días descansando de la gran travesía que me había consumido muchas energías. Aproveche de actualizar el blog y ponerme en contacto con mi familia ya que tenía internet después de casi 20 días sin ningún tipo de comunicación. Y también aproveche de planificar mi próxima ruta. Y terminó siendo la siguiente: San Pedro, Toconao, Socarie, Salar Aguas Calientes, Catúa y desde acá no sabía bien cual ruta tomar.

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Después de viajar casi tres meses con Marc e Indira era hora de seguir mi camino solo, ya que teníamos tanto planes como viajes diferentes. En fin me despedí con un fuerte abrazo y dándole las gracias por todo lo que me habían enseñado. En cierta parte estaba triste pues ya me había acostumbrado a ellos y por otra estaba emocionado porque iba a aplicar todo lo que aprendí de este par de viajeros que ya tienen más de 2 años en el negocio.DSC_0090

No tan temprano en la mañana salí de San Pedro y que silencio había jajaja de verdad sí que me había acostumbro a ir acompañado, pero bueno así es la vida no? En la mitad del camino me pregunte que si abría puesto de migración en Paso de Sico frontera Chile- Argentina. Este día no rodé mucho solo hice 50 km tomando en cuenta que fue bajando y todo asfaltado. Al llegar fui a preguntar a la policía donde podía sellar pasaporte y como lo había sospechado tenía que volver a San Pedro lo cual me parecía una locura ya que la frontera estaba a 210 km de San Pedro. Estuve en la plaza central por un buen rato pensado que hacer, si regresarme en bici o en colectivo. Pues busque un hostal y pregunte a qué hora salía el bus. A las 6 y media tenía que estar en la calle esperando que pasara pero por problemas técnicos llegue una hora tarde, pues Chile tiene una hora más que Bolivia y fue un detalle que me dio más problemas de lo que pensé porque fue a las 7 y media cuando salí a buscar el bus y por supuesto que ya había pasado así que me fui a la carretera a hacer dedo (pedir una cola) y después de 40 min se paró una camioneta y nos fuimos. Ya llegando a San Pedro vi el último bus que se regresaba hasta Toconao y ya eran las 8 y media de la noche que acá sigue habiendo luz.DSC_0097

Selle mi pasaporte con salida de Chile (210km antes de la salida) y me puse a hacer dedo pero fue inútil ya era de noche, así que regrese aquella casa donde estaban los muchachos jajaja y bueno se podrán imaginar la impresión de ellos al verme nuevamente allí. Hablamos un rato y a dormir, ya que tenía que madrugar para poder regresar temprano y de una vez seguir mi camino hacia Socaire.DSC_0111

El camino a Socaire si empezó con una subida muy leve y agradable. Todo con muy buen asfalto y nada de brisa. Pero igual no avance mucho ya que este iba a ser el último pueblo en unos cuantos días y tenía que comprar algo de comida y descansar porque desde el día siguiente volvería a las carreteras de tierra aunque según otros viajeros estaba en perfectas condiciones. Llegue temprano después de rodar unos 60 km y me fui a la plaza central a ver como se movía el pueblo. Muy gentilmente un carro que pasaba y se paró a regalarme un helado de mango jejeje que éxito de mango. Luego de comerme unos panes con jamón y queso que había comprado en la mañana busque donde quedarme a pasar la noche, aquí fue donde aplique lo que había aprendido con los muchachos. Casi que lo que hice fue imitar a Marc y muy amablemente me dieron un lugar agradable donde poner mi colchón inflable a parte de acceso a un baño, pues no me podía quejar.DSC_0116

Bien temprano en la mañana, ya listo seguí mi camino, no sabría hasta donde llegaría pero de seguro al Salar de Aguas Calientes. El camino que según estaba en buenas condiciones puso a prueba mi paciencia. Por momentos pensaba que estaba en Bolivia que no había salido aun de aquella terapia, pero eso si muy pero muy lindo el camino. Había muchos colores y pude ver varios animales, el cual uno de ellos me pareció como un avestruz, vi manadas de Vicuñas (http://es.wikipedia.org/wiki/Vicugna_vicugna), etc.DSC_0120

El Paso de Sico se encuentra a unos 4100 metros de altura y ya estaba a unos 3900 m.s.n.m a pesar que aun me faltaba bastante distancia por recorrer. Por lo cual me imagine que una vez arriba no sería tan complicado pasar al otro lado de la cordillera. Pero una vez más subestime el camino, ya que este día (día siguiente después de Socaire) tuve que subir a 4175 metros de altura y luego una baja increíble por un camino espantoso, tanto así que se me cayó un zapato y una sandalia de la bici y para colmo del mismo pies. Por lo que solo me había quedado con un solo zapato una sola sandalia, una perdida que realmente me dolió ya que sabía que implicaría un gasto con el que no contaba. En fin después de pedalear por unos cuantos kilómetros hasta el Salar de Aguas Calientes que fue realmente hermoso logre ver un letrero que decía que a 17 km mas estaba una mina, lo cual no me pareció lejos y no estaba tan cansado. Realmente no sé quien se encarga de medir o contralar este tipo de avisos viales pero luego de haber pedaleado 22 km desde el Salar de Aguas Calientes solo lograba ver una gran subida y ninguna mina jejejeje. Ya a las 7 pm que aun era de día, paré realmente agotado en unas piedras grandes donde podía acampar y refugiarme del viento.DSC_0124

Al siguiente día empecé a pedalear no tan temprano, pues me levanté tarde por el frio y el agotamiento del día anterior. Empezó la subida con mucha arena y calamina (ondulaciones de la tierra) muy lento pero bastante animado porque este día pasaría hacia la republica de Argentina. Luego de pedalear unos kilómetros más pude llegar la mina (35 km desde el aviso que decía 17). En la mina pude recargar agua para el resto del camino, unos 7 km mas y llegue a un puesto de la policía nacional de Chile, aquí tuve que mostrar mi pasaporte con el sello de salida (no entiendo porque en ese lugar no me podían sellar el pasaporte) y anotaban mi salida. Muy gentilmente me invitaron a pasar y me dieron un yogurt, naranjas y pan con mermelada con café, nada mal no?. Luego de responder las preguntas de siempre seguí mi camino. Once kilómetros después llegue a territorio Argentina donde me recibió la Gendarmería (equivalente a Guardia Nacional) y amablemente sellaron mi pasaporte con 90 días de permiso para estar en el país. Preguntando porque ruta tomar ellos me sugirieron pasar la noche allí y me invitaron a una cada con todas las comodidades que un cicloviajero añora. Aparte de darme mi primer asado argentino. Solo pensaba que buen comienzo en este país. Lo único malo es que no encontré cambio para la moneda, y según ellos no iba a encontrar hasta que llegara a Salta, la primera ciudad donde llegaría. DSC_0149

Al día siguiente muy temprano empecé a pedalear hacia Olacapato y como es de costumbre empezó la ruta con una subida no muy empinada pero bastante larga, luego me toco una semi bajada y luego subir hasta que llegue al pueblo a unos 4000 metros de altura. Aquí fui a la escuela donde me recibió un profesor que de casualidad también era aficionado a la bicicleta y me invitó a su casa donde tenía una cama disponible para mí. Me estuvo explicando la ruta que me venía y cuáles eran las mejores opciones.DSC_0153

Bien temprano después de desayunar unos huevos fritos, empecé mi viaje hacia San Antonio de los Cobres, igual todo empecé que una buena subida, igual caminos muy malos, viento en contra pero igual paisajes muy bellos. Subí hasta los 4500 metros de altura y empecé a bajar hasta que pude llegar al pueblo un poco cansado y con 23 pesos argentinos que me había regalado los papas del compadre Johnny antes de salir de mi casa. Ese dinero rodo 7000 km con un solo propósito, salvarme la vida jajajaja.DSC_0007

Al llegar a S.A.Cobres me fui hacia la plaza central a ver como se movía el pueblo, y como siempre se me acercaron personas a preguntar y fue donde una señora me sugirió ir al ejército a pedir un lugar donde dormir y eso hice. Muy amablemente me abrieron las puertas del cuartel y les plantee mi problema con la moneda lo cual entendieron bien y con gran gentileza se ofrecieron a ayudarme dándome la cena y el desayuno de la mañana siguiente aparte de una bolsa con frutas, panes y mermeladas. Estaba bastante emocionado con el recibimiento que había tenido en Argentina hasta el momento, y más aun sabiendo que el país donde termina la mitad de mi proyecto, llegar al fin del mundo, Ushuaia. DSC_0008

Después de una foto de despedida, jajajaja, empezó la subida y aun de tierra, no podía creer que todos los días tuviese que subir tanto. Siempre me imagine que subiría y bajaría al otro lado de la cordillera. Así que entendí que la cordillera era grande y tenía su dificulta y más cuando los caminos son de tierra. En fin tuve que subir hasta los 4080 m.s.n.m y hasta que por fin encontré asfalto y la bajada que me llevaría a Salta, ¡que felicidad! Pero como siempre no todo es color de rosas, cuando empecé a bajar con la sonrisa en mi cara empezó un viento en contra pero brutal. Empecé bajando a una velocidad considerable y luego con el viento tenía que pedalear para poder bajar jajajaja no lo podía creer, tanto esperar por este momento y me pasara semejante cosa. Y luego de rodar unos 80 km tuve que para porque el viento cada vez se puso peor, así que me acerque al primer caserío que vi. Parecía un pueblo fantasma, no hay nadie por las calles aunque cas muy lindas, cuando me di cuenta también había una estación de tren. Y a la final fui a una casa que se notaba con claridad que se había quemado a ver donde podía poner la carpa y en eso salió un señor de un ambulatorio al cual le pregunte si sabia donde podía dormir, y como ya era costumbre me invito a dormir al cuarto observación jejeje.DSC_0018

Esperando piedad de la madre naturaleza salí un poco tarde y con muchas ganas de llegar a Salta pues ya necesita un descanso tanto físico como sicológico. El día empezó con un poco de viento pero nada de qué preocuparse, fue realmente una bajada suave de varios kilómetros y luego por arte de magia se acabo el pavimento nooooooooo. Empezó un carretera de ripio bien consolidad así que después de venir de estas otras carreteras de tierra no me preocupo mucho y como estaba muy excitado por la idea de llegar Salta pedaleé bien duro. El camino de ripio solo fue por 20 km y luego empezó el pavimento nuevamente y después de varias horas de pedal llegue a Salta. De verdad que fue una sensación agradable el hecho de saber que estaba cada vez más cerca, e iba empezar una ruta más fácil en la cual podría avanzar más rápidamente hacia mis metas.DSC_0004 (2)